La pandemia que afecta a todo el mundo, provocada por el COVID 19, puede traer en el corto plazo otras consecuencias en la salud de las personas que están obligadas a estar en confinamiento en sus domicilios. Según diversos análisis realizados por distintas consultoras se ha observado que en los últimos días el consumo doméstico de productos precocinados, elaborados y similares se ha disparado en los supermercados, frente a productos frescos vegetales, legumbres, etc.
Este cambio de alimentación, unido a una falta de actividad física y un aumento compulsivo de comidas al día va a provocar problemas entre la población de riesgo que ya presentan algunas patologías crónicas.
En este contexto, diversos investigadores quieren hacer una llamada de atención al conjunto de la población para que en estos días de confinación se apueste por una alimentación saludable, lo que llamamos dieta mediterránea, y donde destaca el aceite de oliva virgen por sus numerosas propiedades.
El catedrático de Inmunología del Departamento Ciencias de la Salud, Universidad de Jaén (UJA), José Juan Gaforio, reconoce que el aceite de oliva virgen es un perfecto aliado contra infecciones bacterianas y viricas, entre otros muchos beneficios, dado que aumenta la cantidad de células que participan en el proceso defensivo de nuestro cuerpo aportando una mayor resistencia ante agentes patógenos externos.
En declaraciones de Gaforio a Olimerca “Una buena alimentación puede ayudar a mejorar el sistema inmunitario para poder defenderse de los distintos virus; y la dieta mediterránea es la gran aliada para disponer de un metabolismo adecuado para luchar contra infecciones en general”.